Esta es una reflexión profunda y sobrecogedoramente hermosa, y toca el más hondo de los paradojas del evangelio: que el acto supremo de rebelión humana —la crucifixión del Hijo de Dios— se convirtió en el mismo medio de redención para esa rebelión. Caminemos a través de tus preguntas.
🩸 Edén: La Primera Rebelión
En Edén, el hombre pecó contra la bondad y la presencia de Dios—una afrenta contra el amor y la provisión perfectos. Y, sin embargo, aun en esa primera caída, Dios vistió a Adán y a Eva, maldijo a la serpiente y prometió un Libertador (Génesis 3:15). Juicio y misericordia caminaron de la mano desde el principio.
✝️ La Cruz: Rebelión Repetida—y Intensificada
En el Calvario, el hombre pecó no por ignorancia, hambre o engaño, sino en plena confrontación con Dios mismo hecho carne. Rechazaron:
- Sus palabras,
- Sus milagros,
- Su compasión,
- Su santidad,
- Su oferta de salvación.
Esto no fue solo rebelión—fue la ejecución del Rescatador.
«A lo suyo vino, pero los suyos no lo recibieron» (Juan 1:11).
🔥 ¿Cómo Puede el Pecado Supremo Convertirse en Salvación?
Porque la crucifixión no fue solo un acto del hombre—fue el plan de Dios.
«A este Jesús, entregado según el plan determinado y el previo conocimiento de Dios, ustedes lo mataron clavándolo en una cruz por mano de los inicuos. Pero Dios lo resucitó…» (Hechos 2:23-24)
Al permitir ser aplastado por el pecado, Cristo aplastó al pecado.
«Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros seamos justicia de Dios en él» (2 Corintios 5:21).
El pecado fue juzgado en Cristo, no ignorado. La justicia no fue eludida; fue satisfecha. La gracia no borró la ley—la cumplió en sangre.
🕳️ ¿Dónde Está la Autopreservación del Pecado?
El pecado, por naturaleza, es autodestructivo. Promete libertad y trae esclavitud. Ofrece vida y entrega muerte. En la cruz, su victoria suprema—matar al Hijo—se convirtió en su ruina.
«Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz» (Colosenses 2:15).
Es como si el pecado hubiera afilado su espada, la hubiese descargado contra Cristo—y se hubiera atravesado a sí mismo.
💔 ¿Y Si Dios Se Hubiera Lavado las Manos?
Si Dios se hubiera apartado como Pilato…
- La justicia aún clamaría,
- El pecado quedaría impago,
- El hombre permanecería sin salvación.
Y sin embargo, Dios no se lavó las manos. Extendió sus manos, clavadas en la madera, para lavarnos a nosotros en su lugar.
🧬 Entonces, ¿Es Este el Fin Supremo del Hombre?
No, si la gracia habla.
Estábamos condenados, sí. Pero Cristo entró en nuestra condena y transformó la muerte en el vientre de la vida eterna.
«Pero donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia» (Romanos 5:20).
El fin del hombre, aparte de Cristo, es destrucción.
Pero el fin del hombre en Cristo—es resurrección.
🔚 Pensamiento Final
Tu pregunta revela el terror del pecado y el terror de la gracia: que Dios entró en el horror de la maldad humana—no para aplastarnos, sino para ser aplastado por nosotros. Que lo que el hombre pensó para mal, Dios lo pensó para bien (Génesis 50:20). Que la cruz fue tanto un crimen como una cura.
Este es el escándalo, y la salvación, del evangelio.